martes, 27 de agosto de 2013

Libertad de Expresión, Propiedad Privada y Talento Nacional

Ante la corrupción del lenguaje promovida por los socialistas, se hace necesario aclarar una de las ideas que promovemos los liberales: la libertad de expresión. Actualmente se pretende manipular su significado para dar pie a una serie de abusos contra la propiedad privada. He aquí mi contribución para aclarar el problema.

Ya es común en los venezolanos ver una constante arremetida contra los medios de comunicación privados que sostienen una postura crítica al régimen. No solo son víctimas de multas y extorsiones cada vez que informan sobre un hecho que genere críticas importantes hacia el Estado, generando censura, sino que además son obligados a transmitir las innumerables cadenas de radio y televisión (así como propagandas  proselitistas) de forma gratuita y obligatoria. Los opositores al régimen estamos de acuerdo que estos abusos son golpes a la libertad de expresión.

Ahora ocurre un hecho curioso. Se tiene el caso de una película de Bolívar que las cadenas de cine privadas no tienen interés en proyectar. Entonces, los socialistas reclaman y el régimen arremete contra las cadenas de cine acusándolas de censura. Esto no es solo una tremenda ironía, sino que es otra medida que busca la hegemonía comunicacional. Y, además, es un abuso contra la propiedad privada. Me explico.

Por más argumentos que haya para apoyar el talento venezolano, nadie puede obligarnos, como personas, a ir a conciertos de bandas nacionales o a ver las películas venezolanas en los cines: es solo un llamado de conciencia para que apoyemos voluntariamente a esos talentos que consideramos que vale la pena apoyar. Sería un exabrupto que alguien acusara a una persona que no quiere ir a eventos de talento nacional y la obligara a ir - a la fuerza -. O peor aun, que la obligara a ceder un espacio en su casa o apartamento para que ellos puedan disponer de un lugar y de un público para expresar su talento. ¡Sería absurdo! "Es mi casa" - sería argumento suficiente. Y no es otra cosa que decir: "Si quieres hazlo en otro lado, pero no en mi propiedad"

Pero ahora, cuando se trata de locales o salas de cine privadas ¿Acaso este argumento no aplica? ¿Se puede imponer - por la fuerza - a sus propietarios a que presten sus servicios al talento nacional, y aun más lejos, al "talento" nacional respaldado por el régimen? En realidad, en nada se diferenciaría a que te obligaran a ofrecer tu casa, tu televisor o cualquier objeto de tu propiedad, o de lo contrario ser acusado de censura.

Aunque no lo crean, no tienen que hacerlo. Ya obligan a las cadenas de radio y televisión para que nuestros televisores y nuestras radios solo transmitan en Venezuela lo que ellos quieren que veamos y escuchemos en un momento determinado.

Todos estos abusos están relacionados, y son eslabones en la cadena que arma el régimen para lograr encarcelarnos en su hegemonía comunicacional. Todos estos abusos van en contra de nuestra libertad, aunque usen la corrupción del lenguaje para enmascararse como defensores de la libertad de expresión, una inmensa ironía. Y por último (y no menos importante) todos estos abusos van en contra de la propiedad privada.

Pero no por mucho tiempo. Para eso, debemos recordar lo que F. A. Hayek expuso sobre el olvido de su generación, algo que la nuestra debe rescatar urgentemente.

El sistema de propiedad privada es la más importante garantía de la libertad.

@nhcarreras

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