martes, 22 de julio de 2014

El cambio generacional



A ellos no les basta con criticar y esperar.
A pesar de todos los obstáculos, en Venezuela – y en toda América Latina – está surgiendo con cada vez más fuerza un movimiento de ideas y valores, el cual apunta a lo que parece un cambio generacional en las ideas, la visión del hombre y el concepto de la Libertad. No encajan con el pesimismo generalizado, el sentimiento de hastío y de impotencia. Tampoco aceptan el predominio de un sistema de ideas caducas, que amenaza con abarcar cada vez más espacios. Aun sabiendo las dificultades y peligros que se derivan de actuar y combatir la decadencia de nuestras instituciones, una generación de valientes se renueva con firmeza.
Lastimosamente, lo que en Venezuela fue una oportunidad para transformar un sistema que venía en decadencia desde la década de los años ochenta, terminó desembocando en un problema aun más profundo. El comunismo, que no había llegado al poder durante su época de auge mundial, encontró un resquicio por el cual abrirse paso con la llegada de Hugo Chávez al escenario político. Por supuesto este acontecimiento no fue fortuito, sino que fue el resultado de una intensa labor intelectual realizada durante años desde distintos espacios, tales como las universidades, los sindicatos y los medios de comunicación. Y por más esfuerzos que hagan los socialistas de oposición por criticar al actual régimen por sus facetas militarista y pragmática, no se pueden negar las profundas raíces que lo emparentan con Cuba y los demás intentos por instaurar el ideal socialista en el pasado: pobreza, arbitrariedad, censura y sumisión.
Como reacción a estas circunstancias, está surgiendo un nuevo movimiento. Cada vez son más los jóvenes que no se sienten identificados con el statu quo, pero lejos de resignarse a vivir según las condiciones de esta época que les resulta odiosa, se atreven a pensar más allá y a actuar en consecuencia.
Esta es la que nos atrevemos a llamar La Generación de la Libertad: la de esos jóvenes que nacieron con la caída del Muro de Berlín, símbolo del colapso del socialismo real. En Venezuela, esta época coincide con el Caracazo, símbolo del colapso del bipartidismo socialdemócrata – socialcristiano, el cual permite la evolución del modelo chavista y la debacle institucional y moral de nuestras instituciones. En medio de este ambiente problemático lleno de contradicciones, estos jóvenes se encuentran en plena época de su formación profesional e intelectual, viéndose obligados a plantear su situación con una perspectiva profunda y a descubrir nuevas alternativas para salir del laberinto en el que se encuentran sumergidos.
Entre las principales características que me atrevo a asignar a esta generación, destacan la valentía y la convicción de ser los forjadores de su propio destino. Se afanan por formarse con espíritu crítico, en la tolerancia y el debate, discutiendo a profundidad la naturaleza del ser humano más allá de modelos precarios y arrogancias deterministas, los motivos de su acción y los nuevos valores que deberían prevalecer en nuestras sociedades. Se le asigna un protagonismo muy especial a la Libertad del Individuo y la realización de su Ser, estudiando las instituciones necesarias con miras a lograr un verdadero progreso económico y social.
Por supuesto, quienes basan su poder sobre el miedo y la pasividad de las masas le temen profundamente a este cambio generacional. Este surgimiento espontáneo de individuos y agrupaciones con sed de Libertad es el mayor enemigo de las tiranías y de todos los poderes que encuentran sustento en la obediencia ciega y en la subordinación del espíritu. Es por ello que usan todos los medios, desde el chantaje hasta la coerción física, con el fin de quebrar el espíritu y desprestigiar los fines nobles que persiguen.
Mas estoy convencido: no podrán detenernos. Nuestro futuro depende de ello.

@nhcarreras
Publicado en:
Estudiantes por la Libertad
http://eslibertad.org/2014/07/21/el-cambio-generacional/

jueves, 17 de julio de 2014

Superar la lucha de clases


En Venezuela hemos sido objeto de un discurso socialista por mucho más de quince años, a través del marxismo como ideología predominante en las academias, así como a partir de la socialdemocracia gobernante por casi medio siglo. Ciertamente este discurso se ha profundizado desde el ascenso del chavismo al poder, el cual se ha encargado de sembrar el resentimiento en los sectores populares, hasta el punto de despreciar a todo pensamiento no alineado con la revolución socialista, incluso en el campo científico y tecnológico en las universidades. A través del polilogismo marxista se desprestigia toda crítica como “burguesa” y se exalta continuamente la “sabiduría popular” como intuición mística que revela el saber “verdadero”. Esto no es una exageración, y solo basta repasar algunos casos en los que los venezolanos hemos sufrido a causa de estas ideas para demostrarlo.

Quizás el caso más escandaloso es el de los médicos integrales comunitarios. En este sentido, la Universidad Central de Venezuela se pronunció en el año 2011 declarando que “Se ofertó a decenas de miles de jóvenes venezolanos una carrera de medicina improvisada, inicialmente sin programas completos y sin docentes calificados...”. Los resultados de estas medidas repercuten en la formación de jóvenes adoctrinados sin las competencias suficientes para ejercer la profesión, poniendo en riesgo un bien tan preciado como la salud de los ciudadanos.

Pero este fenómeno también se presenta en muchos otros campos, como es el caso del desarrollo urbano. Abundan los anuncios por parte del régimen donde se asignan recursos al “poder popular” para la construcción de obras civiles. No es un secreto la falta de inspección y control presente en estos desarrollos, debido al desprestigio y la banalización de la actividad profesional. Muchas de las obras del Estado, desde carreteras hasta viviendas, se ejecutan sin la supervisión y control por parte de ingenieros, arquitectos, urbanistas ni técnicos especializados, por lo cual es común la presencia de fallas y problemas de servicio. La mala calidad de los materiales de la construcción tampoco escapa de esta realidad.

Para enfrentar estos problemas es necesario que existan universidades y gremios que aspiren a la excelencia profesional y que no se encuentren sujetos a camisas de fuerza ideológicas. Mientras que afectos al régimen socialista pretenden desvirtuar la educación universitaria, argumentando que “debe estar direccionada en la formación del nuevo hombre humanista revolucionario”, los defensores de la libertad abogamos porque las universidades sean instituciones autónomas llamadas a formar hombres libres con pensamiento crítico y profesionales de la excelencia en sus diversas especializaciones.

Ciertamente, estos desafíos trascienden las coyunturas y forman parte de un problema global, donde el discurso de la lucha de clases orquestado por el socialismo juega un papel muy importante. Por ello, para combatir la mediocridad es necesario desarticular este discurso en el debate público y argumentar con fuerza el carácter imprescindible de los profesionales, cuya importancia es vital en conjunto con los trabajadores para el continuo progreso de la sociedad. Reconocer el mérito y la búsqueda de la excelencia como valores fundamentales en todas las disciplinas, promoviendo la superación a través del estudio, el esfuerzo individual y la cooperación social.

Basta de dignificar la decadencia y fomentar el resentimiento social. No hay mejor ejemplo de vida que superar las dificultades y surgir honestamente con dedicación y trabajo propio.


Publicado en:

Diario Notitarde
http://www.notitarde.com/Columnistas-del-Dia/Superar-la-lucha-de-clases-2198314/2014/07/17/339533

Estudiantes por la Libertad
http://eslibertad.org/2014/07/15/superar-lucha-de-clases/

Foro Libertad
http://www.forolibertad.com/2014/07/superar-la-lucha-de-clases/