sábado, 25 de agosto de 2012

¿Quiénes tienen que ir presos?

No sé a ustedes, pero a mí me parece que esta semana en Venezuela se produjeron noticias que me recuerdan a un país en guerra. "Se cayó el puente de Cúpira, se mataron 25 presos y un visitante en Yare I, y ahora, una tragedia en Amuay deja más de 20 personas fallecidas, mientras otras perdieron sus casas debido a la explosión.

Las grandes preguntas que rondan actualmente en el país son muy sencillas: ¿Quiénes son los responsables? ¿Dónde están y cuándo los sentencian?

El sólo hecho de verlas escritas de esa manera puede llegar a resultar inocente y hasta gracioso. Tristemente, cuando en Venezuela la ley es la impunidad y los crímenes son tales dependiendo de quien los cometa. Vale imaginarse el siguiente escenario: ¿Qué hubiera pasado si los puentes, las cárceles y las refinerías fueran manejadas por entes privados?

¡Ahí sí! Las declaraciones justamente ofensivas condenando la mala administración de dichas empresas, las policías y los órganos de justicia abocados a la búsqueda de los criminales, renuncias de las personas involucradas, detenidos los presuntos responsables y sometidos a la crítica pública. En mi opinión, la reacción necesaria para resolver el conflicto y hacer justicia.

En cambio, qué estamos observando hoy en día en relación a los desastres ocurridos por negligencia de las empresas y órganos estatales. En una palabra, EXCUSAS. Todos están conmovidos, todos lo sienten. Pero la pregunta sigue: ¿Quiénes son los responsables?

Según mi forma de verlo, hay dos respuestas. La primera consiste en que los responsables son los jefes encargados de dichas empresas y entes estatales. Es decir, el general Juan García Toussaintt (ministro para el Transporte Terrestre), Iris Varela (ministra para el Servicio Penitenciario), Tareck El Aissami  (ministro para Relaciones Interiores y Justicia), Rafael Ramírez (ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA), y, por analogía, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

La segunda forma de verlo es un poco más compleja, pero quizás sea más acertada. En resumidas cuentas, los responsables somos Todos. Pero no en sentido figurado. En un Estado socialista del siglo XXI, Venezuela es de Todos, PDVSA es de Todos y los ministerios son del Poder Popular. La propiedad colectiva implica que el pueblo (el Estado) es el dueño de estas empresas, y esta idea nos lleva a concluir que los verdaderos responsables somos todos los venezolanos que elegimos al Presidente de la República y permitimos que sus ministros sigan al frente de sus respectivos ministerios.

Éste es uno de los tantos problemas de la propiedad colectiva, y más aun cuando dicha propiedad cuenta con los medios de coerción para garantizar la "seguridad" de todos los ciudadanos. No hay independencia de poderes, y el Poder Judicial no es otra cosa que uno de los brazos inquisidores del Poder Ejecutivo.

Al final, hay tres salidas a esta situación. La primera es decretar duelo nacional por tres días, estar todos muy tristes pero no meter preso a nadie. La segunda es despedir y someter a la justicia a los ministros y jefes encargados.

La tercera es una respuesta abierta.